La eficacia del láser ha proporcionado a día de hoy una serie de técnicas combinadas en las que se hacen servir otro tipo de sustancias o procedimientos, ya sean cosméticos, masajes u otro tipo de técnica.
Los métodos más conocidos y solicitados en los centros de estética son:
- Revitalstart: Si el problema son las manchas de la piel o la hiperpigmentación, esta técnica realiza la combinación perfecta del láser led (luz roja) junto con una crema sensibilizadora que contiene entre sus componentes anestesia local y es escogida por el profesional según el grado de pigmentación. Para pequeñas manchas se suele requerir un mínimo de un par de sesiones para acabar eliminando por completo las manchas. Después de cada sesión, la persona puede seguir haciendo su actividad habitual ya que se trata de un técnica inocua. El rango de precio orientativo se sitúa entre los 200 y 400 euros por sesión.
- Omnilux: Es un tratamiento de moda en dermatología estética aunque ya se conocía como terapia fotodinámica en los que se emplean láseres no ablativos. Se usa sobretodo para el tratamiento del acné, cuando ha habido un diagnóstico de piel previo o se ha realizado ya sobre la persona un peeling suave con ácido salicílico, por ejemplo. Se utiliza un láser LED, y se combina con la aplicación de una sustancia sensibilizadora tipo ALA (ácido d-aminolevulínico), dejándola actuar entre 5 y 20 minutos. Posteriormente, se expone la piel a la acción del láser (se emplea luz azul para eliminar el acné y bioestimular la piel, y luz roja para el rejuvenecimiento de la zona) durante aproximadamente 30 minutos. La combinación de la crema y la luz del láser provoca la estimulación de la formación de radicales libres que destruyen la bacteria causante del acné: el propionibacterium acnes. Tras el tratamiento no hay período de recuperación o lunch time. Un tratamiento eficaz contra el acné consta mínimamente de 4 a 6 sesione
- Método Byonik: ¿Rellenos de arrugas sin inyecciones ni implantes ni dolor? Byonik ha revolucionado el mercado del antiaging gracias al uso del láser atérmico o láser frío. Este método tan moderno se basa en la combinación de un nanogel, que está compuesto principalmente por ácido hialurónico, con el láser byonik que se aplica en frío. ¿Qué pasa? Pues a grosso modo, el láser permite que el hialurónico llegue hasta capas más profundas de la piel donde puede actuar y absorberse a la perfección. El resultado es que estimula la vitalidad de la piel y retrasa el proceso natural de envejecimiento. A nivel externo, la persona consigue un alisamiento visible de las arrugas y pequeños pliegues (tono uniforme, mayor elasticidad y mejora la porosidad de la piel frente a las toxinas). Byonik es efectivo también para reparar los daños producidos por el sol en la piel y que causan fotoenvejecimiento.
- Germocosmética: Es una técnica de última generación que, tras una exfoliación previa con ultrasonidos de baja frecuencia, se aplica una serie de sustancias revitalizantes, cuyo ingrediente principal es la soja que actúa como un activo regenerador sobre las células productoras de colágeno. Este pack o cóctel de sustancias se hacen penetrar con la ayuda del láser de diodo. Tras la aplicación, se emplea termocrioterapia (aplicación de frío y calor), se da un masaje manual y se termina con una mascarilla reafirmante a base de soja.
- Zen Long Sereine: Es una combinación de técnicas de masaje japonesas con láser y electropuntura, dónde las agujas tradicionales son sustituidas por pequeñas corrientes eléctricas. Es específico para la cara ya que su objetivo primoridal es reafirmar el óvalo facial.