Nuestra piel envejece y forma parte de un proceso natural que también se da en todo nuestro cuerpo y órganos.
La genética y la edad condicionan el enjevecimiento como factores internos o intrínsecos, pero existen otros factores externos que provocan una aceleración de este proceso y nuestra piel se ve muy afectada. Estos factores son principalmente la exposición solar, contaminación ambiental, estrés, no llevar una alimentación sana, tabaco o el propio aire (en forma de aire acondicionado, polvo o partículas que pueden erosiarnos) y son, además, uno de los desencadenantes de los radicales libres en el organismo.
Cuando la piel envejece la tendencia habitual en las personas es la aparición de:
- Arrugas Finas
- Líneas de expresión
- Piel seca
- Piel flácida
- Piel fina y deshidratada
- Manchas
- Lesiones precancerosas
- Queratosis
- Tumores
- Aumento del crecimiento del pelo
A partir de los 60 años, el manto lipídico disminuye debido a que las glándulas sebáceasdescienden su actividad. El resultado de esto es una piel seca que encima no se ve favorecida por las glándulas sudoríparas que también disminuyen su actividad.
El fotoenvejecimiento, que aparece en edades tempranas (30 a 40 años), es el causante de la aparición de las primeras arrugas, tanto finas como profundas. Además, la piel se vuelve rugosa, flácida y adquiere una tonalidad amarillenta.
Otras de las complicaciones que aparecen cuando la piel envejece son las manchas, las telangiectasias, la queratosis actínica y los léntigos solares. Este tipo de alteraciones aparece más rápido en personal con piel blanca que con una piel oscura o negra.
La radiación ultravioleta (UV) produce un daño en el ADN que se acumula con el paso del tiempo. Con la edad, nuestras células se deterioran y su capacidad para reparar ese ADN dañado por la radiación cada vez es más pequeña e ineficaz. Estéticamente, y en el exterior físico de la persona podrá observarse un cambio en la epidermis y en la dermis.
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Epidermis: se generan una zonas más gruesas que otras, aparecen manchas blancas y tambíén oscuras. Son procesos de hipo e hiperpigmentación.
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Dermis: Se produce la elastosis solar, responsable del color amarillento de la piel vieja y que es debida a una acumulación de material tóxico y una alteración celular. Los fibroblastos también se alteran y consecuentemente el colágeno y la elastina disminuyen su síntesis. Si la exposición acumulada ha sido muy fuerte o ha sido muy prolongada puede llegarse incluso a infecciones y cáncer cutáneo debido a una inmunosupresión local de las células (Langer-Hans).
Los radicales libres afectan a nuestra piel de forma mayoritaria. Estos radicales libres no son más que metabolitos consecuencia de una reacción química que ha generado oxígeno. Este oxígeno libre, si se acumula en cantidad, puede volver a reaccionar causando daño en las células y en el tejido cutáneo.
Los agresores que pueden dar lugar a radicales libres son muy diversos pero en nuestra sociedad encontramos: la contaminación, el tabaco, los rayos X, estrés, ejercicio físico…).
Existen sustancias antioxidantes capaces de detener o alterar las reacciones que generan estos radicales libres. Estas sustancias propias disminuyen a partir de los 35 años, con lo que nuestra capacidad para contrarrestar el efecto de los radicales librescomienza a disminuir pudiéndose originar lo que se conoce como estrés oxidativo.
Los radicales que provienen de la luz ultravioleta son los más agresivos puesto que generan un radical libre capaz de destruir el colágeno más rápidamente que lo que tardan en generarlo los fibroblastos..
También son los causantes de los cambios de color y pigmentación en la piel ya que alteran con facilidad los queratinocitos y los melanocitos.
Se recomienda, por tanto, la administración de antioxidantes para prevenir estos tipos de daños y, por supuesto seguir una serie de consejos básicos de salud para mantenernos saludables.
El fotoenvejecimiento se puede retrasar con la aplicación de un fotoprotector correcto y adecuado para nuestra piel pero llega un momento en la vida de la persona que TODOS estos CONSEJOS no son SUFICIENTES y tendrá que plantearse el tratamiento médico o quirúrgico.
- Tratamientos médicos: administración de alfa-hidroxiácidos, antioxidantes, retinoides tópicos, despigmentantes, fitoterapia,etc…
- Tratamientos quirúrgicos: peelings químicos, crioterapia, dermoabrasión y láser facial.