Las estrías son una distrofia de la piel sometida a largos periodos de estiramiento. Las estrías son uno de los problemas estéticos más frecuentes, graves y más difíciles de tratar.
Los tratamientos tradicionales para corregir el problema de las estrías han sido los retinoides, la tretinoína y el ácido glicólico, pero los resultado obtenidos eran muy discretos.
¿Qué son las estrías?
Las estrías son cicatrices atróficas que aparecen en la piel de zonas corporales expuestas a estiramiento o tensión y que presentan una textura y color diferentes a la piel del tejido circundante.
La flexibilidad de la piel es limitada y por ello, tras una distensión intensa y sostenida, se puede producir la alteración y ruptura de las fibras de colágeno y elastina que forman el tejido conjuntivo de la dermis, dando lugar a una estría.
Una estría es una línea con color y textura diferentes a la piel circundante y que presenta las siguientes características:
- Fibras elásticas y colágenas alteradas.
- Alteraciones en la estructura de la fibrilina.
- Baja actividad de los fibroblastos, responsables de la generación de colágeno.
- Aumento de la proteólisis o degradación de las proteínas.
- Lipolisis (destrucción parcial del tejido graso que provoca hundimiento).
- Atrofia de la unión dermoepidérmica.
- Epidermis delgada y más rígida que el tejido sano circundante.
Tipos de estrías
Atendiendo al grado de evolución de las estrías, éstas pueden clasificarse en:
Estrías Recientes
Aparecen como zonas lineales de piel fina con coloración enrojecida o violácea, en ocasiones ligeramente elevadas.
Este aspecto, que se mantiene entre 6 y 10 meses, puede acompañarse de picores o escozor localizado.
En esta fase inicial se aprecia un infiltrado inflamatorio importante alrededor de los vasos, así como una dilatación de las vénulas y la presencia de edema.
Ésta es la etapa que mejor responde al tratamiento anti-estrías.
Estrías Maduras
Con el paso del tiempo, las estrías se manifiestan como zonas lineales blancas o nacaradas, planas o incluso ligeramente deprimidas.
Los cambios histológicos consisten en una pérdida de colágeno en la dermis y, más adelante, una disminución de las fibras elásticas.
En las etapas finales, la epidermis adelgaza y las papilas dérmicas se aplanan, explicando su aspecto externo de piel fina o ligeramente deprimida.