El objetivo de este tratamiento es devolver a la piel su frescura natural y rejuvenecerla. El tratamiento se compone de varias etapas, la primera de ellas consiste en regenerar, hidratar y cuidar la piel con vistas al futuro, después se perseguirá un efecto de tensado (Efecto Tensagge) y, por último, se tratará de devolver los volúmenes.

Es un tratamiento mínimamente invasivo, en el que la vía de aplicación es a través de microinyecciones con agujas intradérmicas de diferentes sustancias con el objetivo de rejuvenecerla y devolverle su lozanía.

El propio tratamiento supone un enfoque global del rejuvenecimiento facial no quirúrgico y se compone de varias etapas:

Regenerar, hidratar y cuidar a futuro

Para la revitalización cutánea con hidratación, los principios activos de elección siguen siendo las vitaminas antioxidantes y el ácido hialurónico en distinto grado de trabeculación.

El ácido hialurónico podrá ser no trabeculado para ser colocado en forma de mesoterapia en la dermis profunda y aportar hidratación basal a la piel.

El ácido hialurónico más trabeculado es el empleado en el relleno de depresiones y surcos, la densidad del producto está condicionada por el grado de trabeculación y esta redunda en el plano de inyección más adecuado en cada caso.

Además, la presencia de mayor cantidad de ácido hialurónico en la matriz extracelular produce un estímulo para que los fibroblastos produzcan más cantidad de elastina y colágeno así como glicosaminglinanos autólogos, dando lugar al mantenimiento a largo plazo.

Se puede combinar con otros procedimientos rehabilitadores cutáneos como el Láser no ablativo fraccional 1540, que rejuvenece la piel de dentro a fuera.

El tratamiento de revitalización cutánea cuele constar de cuatro sesiones realizadas una vez al mes y para mantener los resultados es recomendable realizar una sesión de mantenimiento cada cuatro meses.

Efecto Tensagge

El efecto que se persigue es inducir la puesta en marcha de las cascadas metabólicas que cursan con neocolágenogénesis.

Productos como el Trifosfato Cálcico y ácido hialurónico funcionan en la piel de esta forma. Esta técnica se emplea sobre todo para producir un tensado del óvalo facial. Se suelen realizar dos sesiones espaciadas un mes entre ellas, en las que se usan una media de tres jeringas en total.

El tratamiento del óvalo facial, incluso de la región de la papada, ofrece resultados muy satisfactorios. Los resultados del efecto tensagge se observan en realidad pasados unos tres meses si bien la mejoría es evidente desde el momento de la inyección del producto.

El tratamiento de cada paciente debe pasar por un enfoque integral en manos del facultativo experto en estos procedimientos en estética a fin de optimizar el tratamiento propuesto al paciente y sus máximos y mejores resultados.

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